30 agosto, 2016

Cómo conseguir mucama y no perderla en 7 días. ¿De qué trata?

En el siempre sorprendente abanico de novedades editoriales, este mes brilla Cómo conseguir una mucama... y no perderla en 7 días. Si el tono burlón del título recuerda a la burlona comedia romántica Cómo perder a un hombre en diez días, el librito en cuestión llama la atención por su falta total de ironía. ¿Las autoras? Gloria y Mercedes de las Casas. Madre e hija. Señoras que, como corresponde al apellido, se promocionan como especialistas en el management hogareño, avaladas por posgrados en Relaciones Humanas en Estados Unidos (la madre) y una extensa trayectoria en multinacionales, etiqueta y ceremonial (la hija). Juntas fundaron, además, el Centro de Capacitación de Personal Doméstico.




http://www.paparazzi.com.ar/teve/el-nuevo-y-polemico-libro-del-que-susana-gimenez-se-hizo-adicta/4909.html

¡Para aprender!


El nuevo y polémico libro del que Susana Giménez se hizo adicta
La diva, aunque se la vea poco culta y amiga de la literatura, tiene su costado escondido. Todas las noches, antes de irse a dormir, le da duro a unas páginas que están siendo éxito a nivel mundial. ¿Cuál será?

Desde hace un par de años le picó el bichito. Y ahora más que nunca. Aunque se la vea poco culta y amiga de la literatura a Susana Giménez le encanta leer y todas las noches, antes de irse a dormir, le da duro a unas páginas que están siendo éxito a nivel mundial. Al costado de su cama, en su mesa de luz, en Barrio Parque, el sitio más paquete de la Argentina, la diva de los teléfonos tiene escondido su nuevo librito de cabecera. Estamos hablando del libro Cómo conseguir mucama y no perderla en 7 días.
¿De qué trata? “Es una guía de uso cotidiano, de fácil comprensión, con una literatura fresca y de rápida lectura. Apunta a brindar una herramienta útil para aquellas Gerentes de Hogar que, a veces por nuevas en el rol de Señoras de la Casa, se sienten perdidas o desorientadas a la hora de dirigir el personal con "una de cal y otra de arena". Consignas claras y trabajo organizado y profesionalizado es el camino que evita los tan odiados dolores de cabeza que generan las pérdidas repentinas y el abandono espontáneo de los puestos de trabajo que ofrecemos en nuestras casas”, lo describen.
“Nos tiene re cansadas. Nos habla todo el tiempo de eso. Se volvió adicta. Lo lleva para todos lados y nucna se despega. Espero que lo termine prontito”, bromeó una de sus íntimas. ¡Buena Su! Los libros no muerden ni morderán nunca…

**

http://www.tiempoar.com.ar/articulo/view/59584/

Mercedes de las Casas, la diputada PRO que enseña cómo conseguir mucama

En un libro da consejos para "no perderla en 7 días".
Nicolás G. Recoaro @ngrecoaro
Domingo 28 de Agosto de 2016

 Eduardo Sarapura
"Recordemos que es muy agradable sentir olor a fresco y limpio de la persona que nos sirve el desayuno." La cita pertenece a Cómo conseguir una mucama… y no perderla en 7 días, el libro de Mercedes de las Casas, legisladora porteña del PRO. El volumen se vende como una guía "fresca", "práctica" y aún "amena" para lidiar con el personal doméstico. Quizá por eso en sus páginas se especula: "Recordemos que no siempre la mucama posee gran capacidad de recepción y memorización." Bajo un velo de supuesta complicidad entre empleadora y empleada, el escrito presenta dosis parejas de lo que la academia llamaría "racismo tecnocrático" y "darwinismo social".

"Son lecturas que se pueden hacer. Por ahí se puede decir: 'Esta es una gorila que hace un libro sobre mucamas.' Pero eso es sacarlo de contexto", dice a Tiempo la diputada en su radiante despacho. "En realidad, el libro lo escribió mi madre –aclara–. Y eso fue ya hace mucho tiempo." La portada, sin embargo, destaca que la obra fue redactada a cuatro manos entre Mercedes y su madre, la especialista en management empresarial Gloria de las Casas. La obra publicada por Planeta llegó a las librerías en 2007, el mismo año en que la joven ingresó a la función pública.

Desde enero pasado, ocupa una banca en la Legislatura, donde integra la Comisión de Antidiscriminación. Milita en el PRO desde 2003, pero su vínculo con la política viene de antes: "Siempre tuve una tendencia a ayudar." Trabajó en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, bajo el ala del actual vicejefe de Gobierno Diego Santili; luego migró para asesorar a Cristian Ritondo, y finalmente tomó vuelo propio como directora general de Patrimonio. "Me aboqué mucho al trabajo con niños –puntualiza–, me interesa la solidaridad", y confiesa que la inquieta la higiene de la urbe y el trabajo de los recicladores: "Me he subido al camión con ellos y pasé horas acompañándolos. Defiendo la mano de obra." Entre los proyectos que ha elevado, se destacan diversas declaraciones: desde adherir al último Acuerdo de Cambio Climático de París hasta nombrar huéspedes de honor a la cantante melódica italiana Laura Pausini y a su colega estadounidense Mariah Carey. Otra de sus iniciativas –por la cual le llovieron críticas– fue impulsar como personalidad destacada a Adriana Szusterman, la maestra jardinera que triunfó en la canción infantil interpretando el tema del Sapo Pepe. Según De las Casas, con sus declaraciones busca reconocer a personalidades solidarias que "hagan algo positivo. Los egos personales no me gustan."
 Son lecturas. Por ahí alguien dice: Esta es una gorila que hace un libro sobre mucamas. Pero eso es sacarlo de contexto.
Sobra la génesis del libro, explica que hace diez años comandaba Mastermaid, un centro de capacitación para personal doméstico. "Era un momento difícil, veníamos de la crisis de 2001. Crecí con la empresa, di 1100 puestos de trabajo por la capacitación. Garantizábamos que la persona tenía que quedar en blanco. Como me enseñó Perón, creo que hay que dignificar los oficios", subraya. De las Casas confiesa que escribió un capítulo del libro, pero no recuerda cuál. "Me enfoqué en temas del uniforme, darles pautas a ellas para que valoren el trabajo que están haciendo." El libro explica que "las profesiones más dignas llevan su uniforme con orgullo: azafatas, enfermeras, policías". Mercedes cita como ejemplo a la empleada que se encarga del cuidado de sus cuatro hijos: "Lina, que es la persona más importante de la casa, sola se pone el uniforme porque se tira a jugar con los chicos al piso. Ella es mi compañera."

–¿Hace mucho que Lina trabaja para su familia?

–Desde siempre. La realidad es que ella es la persona que hace que nosotros podamos funcionar en sociedad. Es parte de la familia. Su hijo me preocupa tanto como los míos. El libro pretendía que ellas supieran el valor que tienen como profesionales.

Consultada sobre la ley que reglamentó el trabajo para el personal doméstico, sancionada en 2013, cree que ha mejorado la situación del sector. "Ni Perón sacó una ley para ellas. Me parece que hemos evolucionado. Ya no hay cuartos de servicio, que eran vergonzosos. Si Lina se tiene que quedar a dormir, tiene el mejor cuarto. Que duerma en mi cama, no me importa. Cuida a mis hijos, que son lo más importante", cierra la diputada antes de posar para la foto, custodiada por un óleo de Ítalo de Luca titulado simplemente "Amigas". «

**
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-4051-2007-08-19.html

DOMINGO, 19 DE AGOSTO DE 2007

Cómo conseguir una mucama... y no perderla en 7 días: sin duda una de las novedades editoriales del mes.


Por Cecilia Sosa
En el siempre sorprendente abanico de novedades editoriales, este mes brilla Cómo conseguir una mucama... y no perderla en 7 días. Si el tono burlón del título recuerda a la burlona comedia romántica Cómo perder a un hombre en diez días, el librito en cuestión llama la atención por su falta total de ironía. ¿Las autoras? Gloria y Mercedes de las Casas. Madre e hija. Señoras que, como corresponde al apellido, se promocionan como especialistas en el management hogareño, avaladas por posgrados en Relaciones Humanas en Estados Unidos (la madre) y una extensa trayectoria en multinacionales, etiqueta y ceremonial (la hija). Juntas fundaron, además, el Centro de Capacitación de Personal Doméstico.

Ahora bien: si el leitmotiv del libro es brindar una guía "práctica", "fresca" y "amena" para lidiar con el personal doméstico, pronto se revela como un escalofriante (o hilarante) manifiesto de darwinismo social, etnocentrismo y racismo intelectual sin culpas. Y todo con un desembozo que no tiene desperdicio.

Bajo la supuesta voluntad de profesionalizar el oficio, las autoras reivindican el término de "mucama" frente al más ambiguo de "empleada doméstica". "Como la palabra lo indica, la mucama debe amar su trabajo como una profesión (¿un giro lacaniano?, ¿muc-ama?) y hacerlo siempre con una sonrisa."

En el prólogo, una De las Casas, presumiblemente la madre, cuenta cómo se maravilló ante una recepcionista de hotel de Nueva York que, además de manejar múltiples idiomas, sabía de cocina, computación, contabilidad, protocolo y liderazgo, y hasta estaba por cambiar el hotel por un empleo en un crucero. "Admirada ante la cantidad de caminos que tiene el trabajo de mucama, reflexioné sobre cuán ignorante había sido al pensar que ese oficio se limitaba a limpiar", reflexiona De las Casas.

Presentaciones hechas, pasemos a la práctica. En "Encuentro de dos mundos" están todos los pasos para elegir a la empleada. ¿Algunos tips? Evitar las preguntas mecánicas: "Olvidamos que las personas que llegan a solicitar este tipo de trabajo son, por lo general, seres muy humildes y carentes de instrucción". Por eso es preferible proceder con un "cordial" cuestionario en mano (no más de dos carillas). No pasar por alto dónde vive (cantidad de cuartos y personas en cada uno de ellos), ni la reputación de la familia: "Con la ola de inseguridad actual, no podemos arriesgarnos a que ingresen a nuestra casa personas que no tengan un entorno confiable". Y atención: no confiar en certificados de domicilio, mejor inspeccionar in situ.

¿Entrevista personal? Por supuesto. El momento ideal para sondear de cerca a la candidata: "Recordemos que es muy agradable sentir olor a fresco y limpio de la persona que nos sirve el desayuno". Las autoras también explican por qué es importante mantener al personal en regla ("un accidente en el lugar de trabajo es siempre un dolor de cabeza"), premiar el presentismo ("siempre ahorra disgustos)" e instar al uso de uniforme. "Las profesiones más dignas llevan su uniforme con orgullo: azafatas, enfermeras, policías".

¿Primer día de trabajo? No olvide entregar un instructivo por escrito (el libro incluye un modelo completísimo) y nunca se precipite a la hora de dar instrucciones: "Recordemos que no siempre la mucama posee gran capacidad de recepción y memorización". ¿Más? No tutee al personal a su cargo por más joven que sea, mantenga una distancia afectuosa ("la confianza erosiona la autoridad"), utilice una voz firme y un lenguaje neutro "tirando a agradable". Eso sí, nunca un adelanto de sueldo: "Terreno cedido, terreno perdido".

Esta proeza de la sociología interclasista también regala un modelo de diálogo para que la empleada –¡al fin!– aprenda a tomar recados telefónicos, consejos para la patrona primeriza y unos regocijantes mantras para levantar el ánimo de la señora deprimida. "Limpiá cada cosa pensando que es tuya, que lo lograste con el apoyo de tu marido; que siempre te dijo: 'Dale, si te gusta, compralo'."

Entrando en el capítulo "Mucamas en acción", la novedad de Planeta alcanza niveles exquisitos y da rienda suelta a su racismo tecnocrático, y ya no se sabe si se le habla a la "reina del hogar", a la empleada o si se sugiere una lectura compartida entre ambas (en las horas libres, claro). ¿Una perlita imbatible? La recomendación para cuando hay un bebé en la casa: "Semejante angelito rosado y pequeñito es tanto o más frágil y valioso que el jarrón de cristal del living que la señora tanto cuida y nos recomienda". Como cierre, el libro regala algunas anécdotas "de patronas y mucamas", que "no por ser reales dejan de ser graciosas". ¿Un caso? Una empleada que abandona intempestivamente la casa, dejando sólo una nota: "Señora: me voy. No la aguanto más". En fin, lo mismo podría decirse de autoras y libro.

**


No hay comentarios.:

Publicar un comentario