01 junio, 2016

Fuga descontrolada?



DOMINGO, 29 DE MAYO DE 2016
FUGA DE CAPITALES DE GRANDES CORPORACIONES Y DE MEGA RICOS

El paparazzi para distraer

El proceso de fuga es, en general, presentado como un desfile de ricos y famosos con sus riquezas en firmas offshore. Pero existe una relación íntima entre corporaciones, fuga y acumulación de capital.

Por Mariano Arana *
El reciente descubrimiento de compañías de propiedad de argentinos en paraísos fiscales provocó su evidente acusación como mecanismo para esconder riquezas. El área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) hace años que realiza sucesivos estudios sobre el tema y señalan que la fuga de capitales, endeudamiento y grandes corporaciones, forman una tríada inseparable desde 1976 hasta la crisis del 2001. En una reciente tesis doctoral denominada Grandes corporaciones y formación de capital en Argentina 2002-2012 (2015), Pablo Manzanelli (investigador del área), descubrió que la relación entre las ganancias percibidas por las corporaciones y su desembolso en forma de inversión, cambió significativamente durante dicha crisis. Ambas variables (margen ganancias e inversión) bailaron al mismo compás durante la convertibilidad, sin embargo, se distanciaron posteriormente.


Al comparar los dos períodos mediados por la crisis, Manzanelli notó relaciones muy divergentes en los niveles. La tasa de inversión de estas corporaciones fue sostenidamente más alta que el margen de ganancias durante el primer período, aunque posteriormente, éstas invirtieron mucho menos en el sistema de lo que beneficiaron de él. A este fenómeno lo llamó “baja propensión a invertir” y lo identificó fundamentalmente en las transnacionales industriales. La brecha entre ganancias e inversión provocada por este efecto constituyó una inmediata apropiación del excedente. A la hora de evaluar el uso de dicho excedente, el investigador sugirió que los montos de fuga de divisas tuvieron una relación muy cercana a las ganancias acumuladas por las grandes corporaciones en el país. Señaló que “considerando el período 2002-2012, las ganancias no reinvertidas en el selecto grupo de grandes empresas totalizaron más de 161 mil millones de dólares, mientras que la salida de capitales al exterior del conjunto de la economía osciló entre 94 y 142 mil millones, y 36 mil millones en concepto de remisión de utilidades del capital extranjero al exterior.”

Pese a los grandes cambios en las formas de acumular capital en Argentina durante la posconvertibilidad y la desconexión parcial del endeudamiento externo, la fuga de capitales y las grandes corporaciones mantuvieron su estrecho vínculo.

La tendencia a incrementar ganancias mientras baja la inversión no es un proceso argentino solamente sino de gran parte del mundo. Diversos autores, se han ocupado de mostrar que en los últimos 40 años existió una tendencia a acelerar la distribución de ganancias mientras se achicaba la porción destinada a la inversión. El economista francés, Gérard Duménil, mostró que la brecha entre de ganancias retenidas por las corporaciones y su distribución en dividendos se amplió en Estados Unidos desde fines de la década del 70. En su libro, The crisis of neoliberalism (2011) afirmó que este proceso se vio acompañado por una decreciente tasa de crecimiento del capital fijo. ¿Cómo es posible que suceda esto sin un derrumbe sistémico? La respuesta es simple: crisis mundial 2008 y perspectivas de estancamiento.

La relación entre inversión y ganancias no es la única similitud de Argentina con otras regiones. Según el economista de Berkeley Gabriel Zucman, autor de La riqueza escondida de las naciones(2015) y cercano al flamante Thomas Piketty, la fuga de capitales hacia paraísos fiscales es un fenómeno mundial. Sin contabilizar el efectivo en cajas de seguridad o la compra de inmuebles en paraísos fiscales, contabilizó una riqueza oculta del orden del 8 por ciento del patrimonio financiero mundial (América Latina ocupa el cuarto lugar entre las regiones afectadas). Sus estimaciones indicaron que los Estados pierden en promedio un 28 por ciento de recaudación impositiva sobre el capital fugado no declarado.

En nuestra coyuntura, el hecho que se hayan nombrado individuos aislados, como el de Lionel Messi, matizan la relación existente entre fuga de capitales y grandes corporaciones. Este proceso de fuga es visto muchas veces como un desfile de ricos y famosos. Ciertamente, aunque quienes tengan la posibilidad de fugar sean ricos —aunque no necesariamente famosos— para Zucman existe una relación íntima entre corporaciones, fuga y acumulación.

A esta altura debería quedar claro que el proceso de fuga de capitales tiene una relación íntima con el manejo corporativo, con sus formas de acumular y repartir riqueza, con las deudas públicas y, por ende, también con la formación de capital estatal. Además, resulta un hecho evidente que estos procesos no se encuentran en alguna especie de argentinidad capitalista (una hipótesis de comportamiento empresarial criticada por Manzanelli) o de una de moral subdesarrollada, sino que se encuentran en el centro de la forma mundializada de acumular capital y la inserción de Argentina en ella.

* Licenciado en Economía (UBA). Magíster en Economía Política (Flacso).

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-9366-2016-06-01.html

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